La necesidad de hacer rotaciones de cultivo se remonta a los orígenes de la agricultura.
Ya entonces, para mantener la fertilidad de la tierra se dejaba descansar después de recoger la cosecha. La primera mejora se introdujo con el abono
sideral consistente en sembrar, después de retirada la cosecha, un cultivo para mejorar la tierra.
El objetivo no era aprovecharlo directamente sino segarlo e incorporarlo a la tierra para beneficio del cultivo siguiente.
Así, en los valles del Eúfrates y del Tigris se sembraba centeno o mostaza para luego segarlo y enterrarlo a la espigación del centeno o en la floración de la mostaza.
La agricultura tradicional llegó a un alto grado de perfección en el diseño de rotaciones de cultivo adaptadas a cada condición agroecológica.
Las rotaciones solían ser bianuales o trianuales, según la fertilidad de la tierra a cultivar, usando una gran diversidad de variedades locales que se cultivaban en el momento adecuado.
Para el descanso del suelo se introducían abonos verdes o se dejaba en barbecho, según la pluviometría de cada zona. La rotación, además de los cultivos principales, tenía en cuenta los secundarios y la alimentación del ganado.
Era un sistema agrario equilibrado y perdurable.
El diseño y manejo de las rotaciones ha evolucionando con la introducción de nuevos cultivos que, en función de sus características, se han incorporado a las mismas.
Junto a la rotación se ha desarrollado un concepto de gran utilidad: la asociación de cultivos, donde dos o más cultivos coinciden en el mismo espacio y momento, beneficiándose mutuamente.
El uso conjunto de estas técnicas es de gran utilidad en agricultura ecológica.
DEFINICIÓN DE ROTACIÓN Y ALTERNANCIA
Rotación y alternancia son dos términos complementarios.
Rotación es la disposición a lo largo del tiempo de los cultivos en una misma parcela.
Alternancia es la distribución de los cultivos en el espacio en un momento determinado
Así, si se plantea una rotación de 4 años y 4 cultivos coincidentes en fechas para su desarrollo, la superficie se dividirá en 4 parcelas y en cada una de ellas se cultivará uno de los 4 cultivos en el mismo año.
Para el establecimiento de una buena rotación es necesario un buen conocimiento de los distintos cultivos que la integran.
VENTAJAS DE LA ROTACIÓN
Evita el agotamiento de la tierra. El cultivo continuado de la misma especie en la misma parcela provoca la «fatiga de suelo».
Ésta se debe a la extracción continuada del suelo de ciertos nutrientes, lo cual impide el desarrollo óptimo del cultivo, y por tanto una disminución
de la producción.
Conviene alternar especies de enraizamiento superficial con especies de enraizamiento profundo ya que extraen nutrientes de diferentes capas del suelo.
Algunos cultivos tienen un efecto desecante, por lo que la disminución de las reservas de agua subterránea en las zonas donde falta agua es mayor. Las rotaciones evitarán que este problema se agrave.
Algunas especies son limpiadoras o asfixiantes, su rápido crecimiento y densa vegetación ahogan a las adventicias.
Otras en cambio, debido a su lento crecimiento, permiten que las adventicias se propaguen, por lo que conviene alternar unas y otras.