Las plantas medicinales han ocupado desde la antigüedad un lugar central en la terapéutica.
Inicialmente, por su proximidad natural al ser humano, se utilizaron siguiendo criterios magicorreligiosos, y paulatinamente, durante siglos, se fue adquiriendo un conocimiento empírico, por ensayo-error.
Con el nacimiento de la medicina científica, en la Grecia clásica, se produj o un cambio importante en el estudio y aplicación de las plantas medicinales: el Corpus Hippocra ticum, la obra médica más representativa de esta época, denota un interés por alcanzar un conocimiento más profundo de estas plantas: se citan unas 230 especies vegetales, con su identificación, la
descripción de la parte utilizada, sus efectos sobre el organismo y sus aplicaciones terapéuticas, la cantidad que debe formar parte de las recetas, la forma de administración más conveniente y su posible toxicidad
Fitoterapia: concepto y ámbito de aplicación
Fitotera pia es un término acuñado por el médico francés Henri Leclerc a principios de siglo xx, un neologismo formado a partir de dos vocablos griegos: phytón (planta) y thera peía (tratamiento).
Etimológicamente, por tanto, fitoterapia se refiere al tratamiento de las enfermedades con plantas. Actualmente la fitoterapia se define como la ciencia que estudia la utilización de los productos de origen vegetal con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para atenuar o para curar un estado patológico. Esta definición, que reúne simplicidad y globalidad, requiere ser desglosada para mejorar su entendimiento
La fitoterapia basada en la evidencia
En la actualidad existe una base científica que apoya la eficacia de muchos productos fitoterápicos para determinadas indicaciones.
El lugar que debe ocupar la fitoterapia en terapéutica debe ser aquel para el cual ha demostrado su utilidad.
La eficacia se consigue sólo con el uso adecuado de los preparados fitoterápicos, tanto en lo que se refiere a las indicaciones como a la forma de administración.
Es necesario disponer de medicamentos con calidad, seguridad y eficacia contrastadas, así como de herramientas de información rigurosas y fiables para los profesionales sanitarios, además de proporcionarles la oportunidad de adquirir una formación sólida en fitoterapia.