
Estos productos actúan contra los hongos que afectan a los cultivos evitando la enfermedad.
Pueden actuar en dos momentos, cuando el hongo todavía no ha infectado al cultivo, en cuyo caso la acción es preventiva y reciben el nombre de funguicidas preventivos, o bien, cuando el hongo ya ha infectado al cultivo provocando la enfermedad, caso en el cual lo que se pretende es liberar al cultivo de esta enfermedad y los funguicidas se denominan funguicidas curativos.
Los funguicidas curativos pueden ser sistémicos, si una vez aplicados se desplazan por el interior de la planta, o penetrantes, si únicamente penetran en el lugar de la aplicación
Algunos funguicidas preventivos, según el grupo químico del que forman parte, se pueden clasificar en:
• Compuestos cúpricos: son derivados del cobre, de acción polivalente y persistente. Ayudan a prevenir las enfermedades fúngicas que se dan en el interior de las hojas (mildius). Como ejemplos cabe citar el sulfato de cobre o el oxicloruro de cobre.
• Ditiocarbamatos: productos orgánicos polivalentes que actúan contra hongos como la monilia (mancozeb, maneb,…). Estimulan la vegetación.
• Azufre: Controla los hongos que se desarrollan en la superficie del sistema foliar de las plantas (oidio).
Suele utilizarse en dos formas:
– Azufre en polvo: pudiendo utilizarse el azufre sublimado, flor de azufre o refinado y el azufre micronizado o ventilado.
– Azufre para pulverización: los azufres mojables y los coloidales son muy finos y de fácil dispersión en el agua.
Los azufres mojables suelen ser mas fitotóxicos y presentan mayor persistencia que los utilizados en espolvoreo.
La eficacia del azufre viene condicionada por el grado de finura del producto, así como la temperatura, no debiendo aplicarse a partir de temperaturas por encima de 28-30 °C.
• Dicarboximidas (sulfenimidas): productos orgánicos de amplio espectro que se emplean contra hongos como la lepra o abolladura (captan, folpet…).
En el caso de los funguicidas curativos, siguiendo el mismo criterio que en los preventivos, se clasifican por grupo químico:
- • Benzimidazoles: son productos orgánicos y sistémicos con buena acción contra las podredumbres. Ejemplos de éstos los constituyen el benomilo y el metiltiofanato.
- • Derivados de la pirimidina: productos orgánicos y sistémicos con buena acción contra, entre otros, los oidios. Algunos ejemplos los constituyen el bupirimato y nuarimol. También presentan acción contra ácaros tetraníquidos y es muy eficaz contra eriófidos.
- • Derivados triazólicos: son productos orgánicos y sistémicos con gran polivalencia que actúan, entre otros, contra el cribao. Ejemplos: miclobutanil, triadimenol.
- • Carboximidas: también productos orgánicos que pueden actuar de forma preventiva o curativa, especialmente indicados en la lucha contra las podredumbres. Ejemplos: iprodiona y procimidona