INTRODUCCIÓN AL Manual del cultivo de CAFÉ ORGÁNICO
El establecimiento de la finca de CAFÉ ORGÁNICO con sistema de producción orgánico y prácticas agronómicas, permite incorporar prácticas sustentables con el ambiente, que al mismo tiempo tienen beneficios sociales y
viabilidad económica; al dejar de utilizar sustancias químicas sintéticas, muchas de las cuales son tóxicas
para las personas, pero también para los animales y las plantas.
Con estas prácticas agronómicas se tienen ambientes menos vulnerables al cambio climático, facilitando una mejor adaptación del cultivo de CAFÉ ORGÁNICO a los cambios del clima y sus impactos.
Los sistemas de manejo para una finca orgánica, están en función de las variedades a establecerse, pues
tienen un desarrollo vegetativo diferente. De manera específica se pueden enumerar los siguientes pasos
para el establecimiento de la finca CAFÉ ORGÁNICO:
Cada uno de estos pasos requiere de medios de implementación, los cuales son descritos al final de
este manual. Sin embargo, la parte más importante de la finca orgánica es dejar de aplicar fertilizantes
y plaguicidas sintéticos para un manejo integrado de plagas y enfermedades; por lo que a continuación
se explica la manera como se pueden elaborar algunos de ellos, a partir de las experiencias de algunas
organizaciones de pequeños productores de café.
Dos proyectos, uno en México y otro en El Salvador, han compartido los resultados de sus experiencias, especialmente en cuanto al establecimiento de la finca, pero también en cuanto a la elaboración de plaguicidas y
fertilizantes orgánicos que puedan utilizarse en este tipo de sistema productivo.
El proyecto “Apoyo a los caficultores/as de El Salvador en la lucha contra la roya del café y la adaptación al cambio climático” se ejecutó en la Cooperativa El Jabalí por la Asociación Cooperativa de la Reforma Agraría El Jabalí de
R. L, en el municipio de San Juan Opico en el departamento de la Libertad en El Salvador.
El proyecto tuvo como objetivo mejorar la capacidad de adaptación y resistencia de los pequeños productores de café en El Salvador, con el fin de reducir la vulnerabilidad a los efectos adversos del cambio climático, específicamente la incidencia de la roya, y así fortalecer sus medios de vida.
Además, la iniciativa ha sido un proyecto piloto para replicar lecciones aprendidas y buenas prácticas en otros sitios; impulsar a largo plazo la rentabilidad del cultivo de café para el caso de pequeños productores en El Salvador; y generar inclusión social, especialmente mujeres y jóvenes, en todas las fases de desarrollo del proyecto. El proyecto generó empleo en la cooperativa, pues participaron alrededor de 90 hombres y 50 mujeres, de los cuales 60 de ellos(as) son jóvenes.
Elaboración de plaguicidas y fertilizantes para el cultivo del café orgánico
La acción principal de los plaguicidas (insecticidas, fungicidas, nematicidas, herbicidas) orgánicos es ayudar al manejo preventivo o al control de plagas y enfermedades (insectos, hongos, nemátodos y bacterias, como también
malezas) que pueden atacar al cultivo de café; pero evitando o minimizando la utilización y aplicación de sustancias químicas sintéticas que vienen en la mayoría de plaguicidas comerciales y que tienen diverso grado de toxicidad, residualidad y persistencia en el ambiente.
De esta manera se reducen los riesgos de contaminación al medio ambiente (suelo, agua, aire y biodiversidad) y los efectos tóxicos sobre la salud de las personas que los aplican y las comunidades cercanas. No obstante, siempre deben tenerse en cuenta medidas correctas para su preparación y aplicación, evitando el contacto directo con la piel y los ojos, o su ingesta, y el almacenamiento cercano a alimentos y objetos de uso doméstico.
En el caso de los fertilizantes orgánicos, se trata de mezclas preparadas a partir de sustancias naturales, muchas veces provenientes del bosque o de la misma finca de café; y que hacen su labor de integrar nutrimentos al suelo para la nutrición de las plantas, sin necesidad de utilizar fertilizantes sintéticos. Al igual que los plaguicidas orgánicos, deben manejarse con precaución, pues aunque no tienen la toxicidad de los fertilizantes químicos sintéticos, podrían ocasionar daños a la piel los ojos o por ingesta.
FUENTE: clac-comerciojusto.org