Plagas y Enfermedades de la plantas: Diagnostico e identificación

Las plagas y las enfermedades, la falta de nutrientes y los cambios provocados por el impacto en el medioambiente afectan el crecimiento sano de las plantas.

Por lo general, las plantas que crecen sin inconvenientes son menos propensas a las plagas y las enfermedades, según Andrew Halstead y Béatrice Henricot, en el libro Soluciones contra plagas y enfermedades de las plantas.

Es importante destacar que para evitar problemas, conviene seleccionar variedades resistentes o ejemplares vigorosos.

Además, hay que considerar el tipo de suelo y la ubicación que conviene a cada planta del jardín, así como el nivel de riego adecuado.

Estos factores, unidos al buen mantenimiento, son tan importantes como el control de plagas y enfermedades.

Las  plantas del jardín se hallan expuestas a hongos, bacterias, insectos y muchas otras criaturas y organismos dañinos.

Recordemos que un huerto o un jardín, no es un laboratorio aséptico, siempre habrá insectos y hongos alimentándose de las plantas

Afortunadamente, las defensas naturales de las plantas les permiten resistir la mayoría de los ataques, especialmente si el medio ambiente es el adecuado.

Identificar los síntomas de enfermedades y plagas es fundamental para detectar las causas del problema.

Una vez que se conocen las causas, es mucho más sencillo combatir la enfermedad o la plaga, prevenir es mejor que curar.

A pesar de la belleza del jardín, tarde o temprano, las plagas y las enfermedades hacen notar su presencia.

Es posible convivir con algunas, pero otras exigen tomar medidas que eviten la aparición de problemas graves.

Para combatirlas se recurre a insecticidas y fungicidas, depredadores naturales, barreras y otros tratamientos sin productos químicos.

Como se indicó, la identificación exacta de la causa del problema es fundamental para encontrar la solución adecuada en el momento justo.

Algunas plagas son microscópicas, como los nemátodos y los ácaros. Otras en cambio, son fácilmente visibles, como los pájaros y los mamíferos.

Las plantas más pequeñas, incluyen una variedad de plagas, como los insectos, los pulgones, los milpiés, las babosas y los caracoles.

A veces es necesario buscarlas con una lupa para identificarlas con claridad.

Los insectos, como los escarabajos, las orugas de las mariposas o de las moscas muerden el follaje, las flores, las frutas y las raíces para alimentarse.

Los ciclos de vida de la mayoría de las plagas en el jardín nacen de un huevo, pero algunas, como ciertos áfidos o pulgones, dan nacimiento a sus crías existiendo una diferencia biológica en sus ciclos reproductivos, es decir entre las metamorfosis completa e incompleta.

Las plagas que se alimentan sobre la superficie, así como los daños que provocan, se detectan con más facilidad que aquellas cuyos hábitats son subterráneos.

Todas las partes superficiales de las plantas, como el tallo, el follaje, las flores, los frutos y las semillas, pueden ser invadidas por diversas formas por las plagas.

Al respecto conviene decir que algunas plagas chupan la savia, provocando un crecimiento anormal, con el follaje marchito y deforme.

Otras plagas en cambio hacen orificios en el follaje y en las flores causando decoloración, manchas foliares, deformación y en casos más extremos, la muerte de la planta.

Las plagas que habitan bajo el suelo no son fácilmente detectables, pero su efecto en las plantas es muy negativo, ya que atacan las raíces vitales que afectan el sano crecimiento.

Ante todo, rectifiquemos la idea sabida de que para seleccionar el producto adecuado para cada planta, plaga y enfermedad por tratar, es necesario combinar varios métodos para erradicar el problema, considerando que los insecticidas actúan de diversas formas.

Por eso, es importante identificar si los químicos son de contacto o sistémicos. Esto incide en cómo y cuándo se aplica cada plaguicida.

También existen controles sin productos químicos, como la utilización de trampas pegajosas, engrasadas, barreras contra caracoles, con feromonas o trampas para avispas, que se ven atraídas por sustancias azucaradas, especialmente en verano.

Es interesante examinar el problema también desde los controles biológicos, que son métodos naturales de erradicación de plagas. Algunos parásitos, depredadores y nematodos patógenos son empleados para estos propósitos.

Por último, no todos los insectos y la vida silvestre del jardín son plagas. Algunas especies son un verdadero beneficio, como los insectos que polinizan las flores.

En díptero.cl, les presentamos a los principales insectos que habitan en nuestros jardines y las enfermedades que transmiten asi como también las principales especies benéficas.

Los caracoles y babosas 

prefieren los entornos cálidos y secos, pero las babosas proliferan en lugares húmedos, donde se alimentan por la noche o después de que llueve. Estas plagas son especialmente dañinas para las plantas herbáceas.

Las tijeretas 

hibernan en el suelo cuando son adultas.

Las hembras ponen sus huevos a mediados del invierno y se quedan junto a ellos hasta que nacen las crías. La tijereta es uno de los pocos insectos que parecen cuidar de sus huevos y ninfas.

Hormigas:

Estos insectos anidan en el suelo, pero trepan hasta las plantas para absorber  el néctar que secretan los ácaros.

Las hormigas no provocan un daño directo importante, pero pueden convertirse en una molestia.

Además, sin quererlo, se convierten en depredadores beneficiosos al protegen a los ácaros.

Escarabajos:

Existen muchas clases de escarabajos dañinos.

Se alimentan del follaje tanto durante su etapa de desarrollo como cuando llegan a adultos.

Las orugas 

son las larvas de las mariposas y las polillas. La mayoría de las mariposas y las polillas no son dañinas, pero algunas clases de orugas se alimentan haciendo orificios en las hojas, mordisqueando tallos, y frutos, o comiendo raíces.

Áfidos.

Existen varias clases de áfidos, también conocidos como pulgones, que chupan la savia de las plantas, gracias a sus trompas similares a las agujas.

Cuando se convierten en una plaga, impiden el crecimiento de las plantas y las cubren de una secreción pegajosa que provoca el moho negro.

Las polillas 

suelen volar de noche, cuando posan sus huevos sobre las plantas huéspedes.

Algunas larvas de la polilla se introducen en las hojas para alimentarse.

Las avispas,

además de dolorosas picaduras, destruyen los frutos maduros.

Las avispas adultas se alimentan de otros inscetos, algunos de los cuales son plagas en jardines.

Algunos depredadores benéficos:

Abejorros:

Son insectos sociales que viven en colmenas subterráneas, aunque también pueden hacerlo sobre el suelo o en pajareras.

Contribuyen a la salud del jardín, ya que polinizan las flores en la época en que las abejas permanecen en sus colmenas.

Las abejas 

como los abejorros, son insectos sociales como los abejorros, liderados por una abeja madre, pero sus colonias están pobladas por hasta 60.000 abejas obreras.

Estos insectos domésticos prosperan en colmenares.

Las abejas se distinguen de los abejorros, porque sobreviven en invierno, permaneciendo activas.

Libélulas:

Se alimentan de polen y del néctar, mientras que las larvas son

depredadores voraces de áfidos y otros insectos pequeños.

Las chinitas 

son insectos depredadores.

La mayoría se alimentan de áfidos, chinches y arañitas (conchuela). Las larvas de la chinita pueden devorar hasta quinientos áfidos. Al convertirse en adultos, nuevamente se alimentan con la misma cantidad de áfidos.